En otra jornada positiva este viernes, aunque con señales que generan inquietud, el mercado financiero argentino cerró la primera semana de octubre con más baja de los dólares libres, compra de dólares en el BCRA, pero baja de reservas por pago de deudas, bonos con tenue alza, riesgo país con leve baja y con una evolución más tranquila en la Bolsa de Buenos Aires, con mayoría de subas en los ADR argentinos.
En medio de todo este movimiento, los operadores hicieron una mueca cuando se enteraron de que a pesar de otro día de compra de dólares en el mercado, el BCRA perdió este viernes nada menos que US$ 918 millones de las reservas, y la preocupación se atenuó un poco cuando desde fuentes oficiales aclararon que la baja obedeció a una transferencia al Banco de Nueva York para que ya queden en esa entidad las divisas necesarias para pagar los intereses que vencen el 9 de enero próximo por los bonos Globales (GD en todas sus series 29, 30, 35, 38, 41 y 46).
Pero la tranquilidad no terminó de completarse porque se conocieron los datos de la balanza comercial que tuvo la Argentina con Brasil en setiembre, y el resultado dio que se profundizó el rojo, ya que la diferencia entre lo que les vendemos y lo que les compramos terminó con un déficit de US$ 182 millones, el peor resultado desde febrero pasado. Y lo peor del caso es que eso se suma al déficit de cuenta corriente por un turismo deficitario, con muchísimos argentinos viajando al exterior y gastando dólares afuera.
Todas estas señales de debilidad por un peso argentino que sigue ganando valor porque el dólar oficial es subido con un ritmo inferior a la inflación, llegaron además con menos viento a favor desde el exterior. EE.UU. acaba de crear más empleo que el esperado (lograron 254.000 puestos contra 150.000 que se calculaban) y eso hizo girar la estimación de los operadores. Hasta antes de conocerse esa cifra los analistas estaban divididos, mitad creía que la Fed bajaría su tasa base en 50 puntos básicos en noviembre y otro tanto en diciembre (después de la elección presidencial que se realizará dentro de 31 días). Y luego de verse que el empleo norteamericano sigue muy sólido, ahora el 90% de los analistas cree que las bajas escalonadas serán de sólo 25 puntos básicos, y apenas el 10% sigue pensando en un descenso de 50 unidades.
Frente a esto, la respuesta del mercado terminó con una fuerte suba para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,2% anual a 1 año de plazo, 3,8% anual a 5 años, 4% anual a 10 años y 4,3% anual a 30 años. Y con eso el súper dólar sigue con vida: en el exterior el billete verde subió 1,2% en Japón, 0,5% contra el euro y 0,4% en Chile, no cambió contra la libra y en China, pero bajó 0,3% en Brasil y 0,5% en México.
En el mercado cambiario local, con un blanqueo que sigue ingresando dólares (aunque también hay algunos retiros), con el dólar exportador a $1.052,34, el BCRA pudo comprar US$ 53 millones en el mercado, pero como dijimos -por la transferencia de fondos al BoNY- al final del día, el BCRA perdió US$ 918 millones en las reservas. Pese a esto, la corriente de valoración de peso continúa: el dólar blue cayó $10 hasta $1.195, el Senebi bajo $1,31 hasta $1.229,52, el MEP bajó $5,26 hasta $1.187,52 y el contado con liquidación bajó $ 3,88 hasta $1.228,13. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue bajó al 18% y la del CCL con el mayorista fue del 26%.
A partir de estos números, hay interrogantes por los vencimientos de US$ 2.000 millones que hay que pagar con organismos antes de fin de año. Además, el lunes próximo convocarán a una nueva licitación de bonos en pesos, que se realizará el miércoles, el vencimiento es grande y se teme que pase como en el llamado anterior, en el que la oferta fue muy inferior a los vencimientos, por lo que el Tesoro tuvo que vaciar la cuenta de pesos que tiene en el BCRA para asistir a los compromisos. Así, con pocos negocios y muy diversificados, los bonos argentinos igual subieron 0,2% y el riesgo país bajó 7 unidades hasta 1.258 puntos básicos, el menor nivel desde mediados de mayo.
En papeles privados, impulsados ahora con la idea de que Jerome Powell bajará su tasa base menos de lo que se esperaba (si es que sigue, porque Trump no lo quiere más al frente de la Fed), los toros de Wall Street volvieron a embestir y los precios terminaron con lo mejor al final, por lo que siguieron las subas en la Bolsa de Nueva York, con alza del 0,8% para el Dow, mejora del 0,9% para el S&P y avance del 1,2% para el Nasdaq. Mientras que la Bolsa de San Pablo subió apenas 0,1% y la de México mejoró 1,8%.
Y en el mercado bursátil local las sonrisas no fueron tan amplias. Con 41.416 millones de pesos operados en acciones y 47.923 millones en cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,1% en pesos (1% en dólares). En tanto que las ADR argentinas en NY mostraron subas del 1% al 7% para Despegar, IRSA, Pampa E, TGS, Macro y Telecom; con baja del 1% para Central Puerto.
Debajo de todo lo sucedido con monedas, bonos y acciones, las materias primas siguen bailando de manera notable. Hubo una nueva suba del 0,8% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron mixtos. Los metales básicos fueron todos para arriba. Por signos de mejor clima húmedo en Brasil, en Chicago los granos se desplomaron, con bajas fuertes para el trigo, pero también con rojos para soja y maíz. En Rosario, mientras tanto, se salvaron el sorgo y el girasol, pero el maíz y sobre todo el trigo también perdieron mucho precio. Y la variante respecto de los últimos días es que se vio un repunte del 2,5% para el Bitcoin, con subas de hasta el 6% en el resto de las criptomonedas.